¿QUE ES LA DEPRESION?
Por: Dra. Wanda Figueroa

Puesto que todos somos diferentes, los síntomas pueden variar mucho de una persona a otra.  Todas las personas no mostrarán todos los síntomas, y todas no mostrarán los mismos síntomas; pero los síntomas pueden afectar el funcionamiento cotidiano, y son persistentes.

Al diagnosticar la depresión clínica, los médicos suelen considerar la severidad y duración de los síntomas, y si ocurren juntos.

·         pérdida de interés o de placer en actividades que antes se disfrutaba, tales como los pasatiempos y el sexo

·         sentimientos de tristeza o irritación inusitados

·         disturbios del sueño, tales como dificultades en dormir, despertar demasiado temprano, o demasiado tarde

·         disminución de la capacidad para concentrarse

·         cambios del apetito

·         sentimientos de culpa o de inutilidad

·         inquietud o actividad excesivamente lenta notada por los demás

·         pensamientos de suicidio o muerte

Si cualquiera de estos síntomas le parecen familiares, tal vez sea bueno que los comente con un médico.

Muchos médicos creen que una de las causas de la depresión es el desequilibrio de una sustancia química que ocurre naturalmente en el cuerpo, llamada serotonina.  Los investigadores han descubierto que la tendencia hacia la depresión ocurre en las familias y se puede heredar.

Algunas de las medicaciones que más frecuentemente se recetan, incluyendo ciertas cardiovasculares, hormonas, píldoras anticonceptivas y las que se usan para tratar la Enfermedad de Parkinson, también pueden causar depresión o agravar la existente.

Cuando los síntomas, tales como tristeza continuan y pérdida de interés en actividades normales, se deben a la depresión clínica, su tratamiento por un médico puede ayudar a obtener alivio seguro y efectivo.

A veces, la gente se sorprende de que les diagnostiquen que padecen de depresión.  Pero también se alegran de saber que no es culpa suya, y que un tratamiento con medicamentos les puede ayudar.

En realidad, los médicos han recetado tratamiento para millones de personas.

El Riesgo de Suicidio en los Adolescentes

Fuente: Un programa educativo auspiciado por

Pfizer U.S.  Pharmaceuticals

 

 

                Es trágico pensar que el suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte ente los jóvenes de  15 a 19 años de edad.  El índice de suicidios entre los jóvenes se ha triplicado en los últimos 30 años.  Las encuestas muestran que como el 40% de los estudiantes de secundaria en algún momento han pensado en la posibilidad de quitarse la vida.

 

                Si un joven menciona que ha tenido ideas de suicidio, lo más importante que se puede hacer es tomarlo muy en serio.  Hay indicios muy fuertes de que las personas que hablan de quitarse la vida pueden estar considerándolo con mucha seriedad.  Los expertos insisten que la mayoría de los jóvenes que intentan quitarse la vida hablan de ello antes.

 

                Una buena opción es acudir a un médico o a un consejero.  Ciertos jóvenes son más propensos al suicidio que otros.  Hay que estar atentos a los signos de advertencia, como cambios de personalidad o el aspecto físico, trastornos en los ritmos normales de alimentación y sueño, y una caída severa de la escolaridad.

 

                Expertos señalan que muchos jóvenes de alto riesgo toman su trágica decisión luego del rompimiento de alguna relación, un fracaso académico o social, una pelea con los padres o un choque con la autoridad.  Consideran que hay tres grupos de adolescentes especialmente vulnerables al suicidio.  El primer grupo con síntomas “clásicos” de depresión, como tristeza y falta de esperanza, el segundo grupo los perfeccionistas que se fijan metas de desempeño sumamente altas, estos se muestran a veces ansiosos, aislados y retraídos, y el tercer grupo se compone de chicos que manifiestan su depresión con una conducta agresiva, generalmente niegan tener sentimientos de depresión. Entre los jóvenes que intentan quitarse la vida, es mayor el número de varones que terminan haciéndolo. En la mitad de las víctimas aproximadamente, se halla alcohol en la sangre.

SALUD INTEGRAL:   ¡El Remedio Inteligente!

Evelyn Tosado-Quiñones, CCDr.

Comunicación Humana y Consejería Superacional

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Tradicionalmente, la medicina americana definía la salud como la “ausencia de enfermedad”.  No obstante, hace alrededor de 25 años, algunos médicos pioneros y visionarios de la medicina moderna, introdujeron el término “wellness”(bienestar), elevando a un nivel superior la definición de “salud” y, por ende, elevando a un nivel superior el funcionamiento del ser humano.

 

En un ensayo titulado “Health” (Salud) escrito por el Dr. Dean Ornish en el libro IMAGINE what America could be in the 21st. Century (editado por Marianne Williamson y publicado por la empresa Daybreak), éste da por sentado que en los próximos 50 años, más y más gente comenzará a darse cuenta de que la dimensión psicosocial, la emocional y la espiritual,  son factores determinantes de la salud, y todas se interrelacionan.  De este modo, según señala Ornish, el médico del futuro será uno que integrará todas estas dimensiones con otros métodos tradicionales.  Asegura que los hospitales integrarán lo mejor de la alta tecnología  y el manejo de la salud, utilizando todas las modalidades terapéuticas que funcionen, incluyendo medicamentos y cirugías, cuando sea necesario, pero incluyendo en dicho cuadro una gran variedad de sistemas curativos o remediativos, no tan tradicionales,  comunes o directamente relacionados.  Es así como vemos surgir instrumentos como el que aquí utilizamos, a través de la red cibernética  www.SaludNutricion.Com y la empresa PR@DNET, Inc., como movimientos vanguardistas en esa dirección.

 

En una corta y reciente entrevista con la Dra. Wanda Figueroa, Presidenta de esta Revista Virtual, me comentaba acerca de cuánto le ha llamado la atención a ella en sus años en el ejercicio de la medicina interna, el que la mayoría de sus pacientes vienen por una supuesta causa fisiológica (somática).  Dolores de espalda, migrañas, hipertensión, taquicardias, presión en el pecho, etc., son sólo algunos de esos síntomas.  Sin embargo, al indagar un poco más en el historial clínico o situación actual del paciente, una alta incidencia de estos casos estaban íntimamente relacionados con factores psicológicos, emocionales o afectivos.   Añadió que ésta no era una tendencia exclusivamente marcada en términos socio-económicos,  de alta o baja escolaridad o preparación académica, y que la misma no discrimina entre una ama de casa (esposa y madre) y un profesional ejecutivo.  Todos tenemos nuestros niveles de tolerancia psicológicos, emocionales y afectivos, que redundan en algún momento en síntomas  fisiológicos que deben ser atendidos de manera integral.  Estas expresiones son respaldadas por las del Dr. Dean Ornish, quien señala:   “Pienso que la epidemia real no es sólo un padecimiento cardiaco físico.  Mucha gente está sumergida en demasiado dolor, tanto individual, como socialmente hablando.”  Haciéndonos eco de estas palabras de Ornish, podríamos resumir que se trata no sólo de un problema cardiaco, sino de un problema “del corazón” en todas sus dimensiones, o como diría Ornish que la soledad y la falta de amor nos está matando.

 

Es así como vemos que tienen que existir los llamados “equipos multi-disciplinarios” o “multi-funcionales”, en los que se trata la salud como una situación integral.  Pero en todo esto, la concientización es lo más importante.  Veámos algunos ejemplos:

 

ü      ü      Para los años 60s estudios científicos establecieron una relación directa entre el fumar y todos los problemas de salud que esto conlleva;

ü      ü      En los 70s, estudios comprobaron el beneficio del ejercicio y mucha gente comenzó a practicar las caminatas y “jogging” para mejorar su sistema cardiovascular y su salud en general;

ü      ü      Ya en los 80s y 90s estudios científicos demostraron la importancia de controlar el estrés, vigilar la dieta y la importancia de una mejor salud y nutrición, por lo que muchos nos hemos concientizado y actuamos positivamente al respecto.

 

Es dicha concientización, lo que nos lleva a extender nuestra mirada hacia este nuevo milenio, el cual podríamos decir que se distinguirá por la integración del concepto ‘salud y bienestar’ (health & wellness) o ‘salud integral’.  De modo que para este siglo 21, tenemos que concientizarnos de que si no cuidamos nuestro entero ser -cuerpo, mente, alma y espíritu- estaremos afectando nuestro desempeño total, y veremos cada día más las enfermedades psico-somáticas y trastornos emocionales (depresión, ansiedad, abuso de sustancias, entre otras.).  Debemos crear conciencia de que podemos medir los niveles de colesterol en la sangre, la presión arterial, el peso… mas no así los niveles de soledad, falta de amor, intimidad, socialización…  Estos factores emocionales y sociales se considerarán también “necesidades básicas” imperativas, como lo es el respirar; por lo que su ausencia nos llevaría finalmente al deterioro físico.  Por eso es tan importante la integración de los sistemas que velen por el bienestar de todo nuestro ser y profesionales de la salud y diversas ramas, interactuando por el beneficio de nuestros semejantes.

 

Eso es  “SALUD INTEGRAL”:  ¡EL REMEDIO INTELIGENTE!