Depresión
en las personas mayores
Todos nos sentimos tristes en alguna ocasión. Cuando nos hacemos
mayores, las razones para llegar a estar deprimidos parecen tan claras y son
tan frecuentes que se suele pensar que es normal que las personas mayores se
sientan deprimidas.
Pero, ¿es así?. Indudablemente, la clase de cosas que habitualmente
asociamos con sentirnos deprimidos se hacen más frecuentes según envejecemos -
tenemos que dejar de trabajar, probablemente disponemos de menos dinero, quizás
sentimos molestias o dolores de la artrosis o de otros problemas físicos, en
ocasiones perdemos a nuestra pareja o a alguien cercano, o incluso puede
fallecer nuestra mascota. Sin embargo ,a pesar de todo esto, menos de una de
cada seis personas mayores sufren síntomas de depresión ya sean percibidos por
ellos mismos o por otras personas, y menos de una de cada treinta personas
mayores está tan deprimido que los médicos consideran que tiene una enfermedad
depresiva.
El sentirse desanimado o triste no es el único
síntoma de la enfermedad depresiva. Para identificar adecuadamente una
depresión es importante saber que buscar. A continuación figuran los síntomas
más frecuentes de la depresión:
·
Un sentimiento de tristeza o desánimo que es más intenso que la
tristeza normal, dura más días y está presente la mayor parte del tiempo,
aunque con cierta frecuencia mejora con el transcurso del día.
·
Una pérdida de interés en la vida y una incapacidad para disfrutar
de las cosas que generalmente dan placer o satisfacción.
·
Una sensación de fatiga o cansancio que está presente a pesar de
una escasa actividad y que es tan intensa que hace que la tarea más simple
suponga un gran esfuerzo. La motivación y el impulso están descendidos.
·
Una pérdida de apetito se suele acompañar de pérdida de
peso.
·
Una sensación interna de inquietud que hace difícil el descansar o
el relajarse.
·
Un deseo de aislarse de la gente y si hay gente alrededor
una sensación de irritabilidad y mal humor.
·
Dificultad para dormir con frecuente despertar temprano, al menos
una o dos horas antes de lo habitual, y con incapacidad para reconciliar el
sueño.
·
Ausencia de confianza en sí mismo, que con frecuencia se asocia a
sentimientos de inutilidad o de ser una carga para los demás.
·
Sentimientos de maldad o de culpa; quizás exagerando incidentes del
pasado, reaccionando de forma desproporcionado, o preguntándose si ha sido
castigado por Dios.
·
Pensamientos suicidas. Muchas de las personas con depresión grave
se sienten en algún momento como si todo acabara. Estos sentimientos deben ser
tenidos en cuenta ya que son indicativos de que se necesita ayuda. En ocasiones
se hacen tan intensos que la persona deprimida puede decidir querer morir y
hacer los preparativos para llevar a cabo su suicidio. Este es un signo de que
se precisa de ayuda urgentemente.
Aunque la depresión puede manifestarse con los
síntomas comentados a cualquier edad, la forma de presentación en las personas
mayores puede ser un poco diferente. En primer lugar, algunos síntomas de
enfermedades físicas pueden ser similares a algunos de los de la depresión, por
ejemplo, la pérdida de apetito o el sueño alterado pueden ser consecuencia de
la depresión o bien ser secundarios a diferentes condiciones físicas, tales
como las cardiopatías o la artritis. Si la depresión está presente, sin
embargo, deberían existir otros síntomas del tipo de los pensamientos y
sentimientos depresivos mencionados en la página anterior.
En segundo lugar, es característico de las
personas mayores el quejarse menos de estar deprimidos y en su lugar expresar
gran malestar por síntomas corporales con frecuencia asociados a una
preocupación constante sobre la posibilidad de tener una enfermedad, aún cuando
su médico no tenga indicios para sospechar ninguna. Probablemente, la razón
para esto es que muchas personas mayores han sido educadas para no molestar a
sus médicos con otras cosas que no sean quejas físicas. Intente aceptar las
explicaciones de su médico de que la causa real de sus síntomas es un trastorno
emocional. El insistir en análisis y pruebas diagnósticas que no necesita
únicamente retrasará el comienzo del tratamiento que usted precisa.
En ocasiones, usted puede tener una enfermedad
física que aunque no haya cambiado realmente mucho si parece causarle mayor
malestar del habitual. Esto también puede ser un signo de que está
desarrollando una depresión. El tratar la depresión subyacente por supuesto no
eliminará el trastorno físico pero si hará que éste sea mucho más llevadero.
A veces, la depresión en una persona mayor da
lugar a síntomas muy graves de ansiedad y preocupación. Obviamente, algunas personas
se preocupan más que otras por naturaleza, pero si esto es más bien infrecuente
en usted entonces puede ser un signo de depresión. De hecho, la preocupación y
agitación pueden ser tan intensos que la persona puede parecer confusa. Las
personas mayores se quejan de sus fallos de memoria y concentración, y
ocasionalmente la depresión grave puede ser confundida con una demencia senil.
Las personas muy deprimidas son también conscientes de que su memoria está
siendo menos eficiente, mientras que las personas con demencia senil
generalmente no lo son. La demencia y la depresión son dos condiciones bastante
independientes, por tanto no retrase el pedir ayuda por miedo a que le declaren
senil o demente. Sin embargo, es preciso no olvidar que las personas con
demencia senil están bastante predispuestas a padecer depresión, y en ocasiones
el tratarla puede ser de bastante ayuda.
Por último, el vivir solo no conduce
automáticamente a depresión, aunque mucha gente joven lo crea así. Más bien, en
ocasiones una persona mayor que se ha adaptado a vivir sola gradualmente
desarrolla un sentimiento de soledad que no estaba allí antes, o ciertamente no
tan intenso. De nuevo esto puede ser un signo de depresión.
En base a lo comentado con anterioridad, es
fácil comprender que la depresión con frecuencia precisa de ayuda profesional.
Pero, ¿cómo sabe usted cuando es el momento de solicitar esa ayuda y cómo
debería hacerlo?. Las personas mayores con frecuencia son reacios a solicitar
ayuda. Probablemente esto es una herencia de los días en que sólo las
enfermedades físicas graves eran consideradas una razón justificada para llamar
al médico. Actualmente, los médicos de cabecera son bastante utilizados para
resolver problemas emocionales y casi todos ellos disponen de la formación
precisa. Así, debe tener claro que el solicitar ayuda a este respecto no es en
absoluto desperdiciar el tiempo de su médico. El momento para pedir ayuda es
cuando la depresión se hace más grave o intensa de lo que cabía esperar, cuando
ya lleva varias semanas de evolución, cuando usted ya no puede funcionar
adecuadamente lo cual da lugar a que usted desee estar aislado, solo, sea
incapaz de soportar la compañía de otros a su alrededor, o simplemente cuando
ya no sea capaz de disfrutar con las cosas que antes le producían placer, o
bien cuando la tristeza es tan intensa que le parece que la vida no merece la
pena.
Con frecuencia, son los amigos o la familia
quienes se dan cuenta del cambio más que nosotros mismos. No se resista, acepte
los signos que otros han percibido y prepárese para visitar a su médico de
cabecera o, si no puede desplazarse a su Centro de Salud, solicite una visita
domiciliaria de su médico. No es un signo de debilidad el solicitar ayuda. Con
frecuencia, tener un miembro de la familia o un amigo presente puede
tranquilizarle. Su médico también agradecerá la presencia de esta otra persona.
Causas
Es natural el preguntarse porqué hemos
desarrollado una enfermedad. Las personas deprimidas tienden a culparse a sí
mismos, pero esto es generalmente porque la depresión nos hace ver las cosas
desde una perspectiva negativa, pesimista y autocrítica. Generalmente existe
más de una causa.
Aunque la depresión en ocasiones puede comenzar
de forma espontánea, con cierta frecuencia es desencadenada por algún
acontecimiento infeliz como puede ser un duelo. Sin embargo, tales sucesos
afectan a casi todos los ancianos en algún momento y, sin embargo, no todas las
personas mayores se deprimen. Así, no podemos decir aquello de "que podías
esperar, cualquiera en su situación se deprimiría". Lo cierto es que,
algunas personas mayores poseen un mayor riesgo que otras. Por ejemplo, las
mujeres parecen más vulnerables a la depresión que los hombres, pero nadie sabe
realmente porqué. A diferencia de lo que ocurre en la depresión del adulto
joven, el papel de los genes es mucho menor en la depresión de las personas
mayores. Probablemente, el mayor riesgo para desarrollar una depresión en la
tercera edad es el hecho de haber tenido previamente una cuando se era más
joven. En ocasiones, la depresión puede haber estado silenciosa durante años
para golpear de nuevo en la vejez.
Las enfermedades físicas, bien aquellas que
tienen lugar de forma repentina y que suponen una amenaza para la vida como una
trombosis cerebral o bien las crónicas e incapacitantes como la enfermedad de
Parkinson, pueden desencadenar una depresión. Con frecuencia, es la combinación
de enfermedades que ha ido pasando factura durante años la que da lugar a la
depresión. Aunque esto puede hacer la depresión más comprensible no significa
que tratar cualquier depresión asociada sea una pérdida de tiempo.
En unos pocos casos, la aparición repentina de
una depresión en una persona mayor sin ningún acontecimiento o suceso triste
que la provoque puede tener su origen en que la química de su organismo está
siendo afectada por una enfermedad física que todavía no es aparente.
Ocasionalmente, estas enfermedades pueden ser endocrinas como los trastornos tiroideos
o bien pueden ser un efecto secundario de los fármacos que toma para alguna
enfermedad física. Su médico de cabecera podrá descartar esas posibilidades si
usted le da la oportunidad.
Tratamiento
De forma amplia, el tratamiento puede ser dividido en tres
clases: tratamiento físico, principalmente fármacos antidepresivos, técnicas
psicológicas y apoyo social.
Cuando la depresión es grave, que es cuando ya
se encuentran afectados de forma intensa el apetito, el peso, el sueño, la
capacidad de concentración y las ganas de vivir, se necesitará un tratamiento
físico, comenzando por los fármacos antidepresivos. En la actualidad se dispone
de diferentes tipos de antidepresivos, por lo que no será difícil el encontrar
uno que sea adecuado para usted. Todas estas pastillas pueden dar lugar a
efectos secundarios, su médico le advertirá de los más frecuentes y probables
en su caso. La mayoría de estos efectos secundarios son más molestos que
realmente graves, y suelen desaparecer o disminuir después de unos días de
tratamiento, de forma que persevere y siga adecuadamente las indicaciones de su
médico.
Las personas mayores con frecuencia reciben
diferentes tipos de medicinas. En la mayoría de los casos es bastante seguro el
tomar fármacos antidepresivos también, pero usted debería hacer saber a su
médico de cabecera todos y cada uno de los fármacos que toma.
Si conduce, es probable que sus reflejos se
vean afectados, por lo que es mejor no conducir mientras dure su tratamiento.
Los antidepresivos generalmente necesitan un mínimo de 7 a 10 días para empezar
a hacer su efecto, por lo tanto no abandone el tratamiento antes de que haya
tenido oportunidad de experimentar sus efectos beneficiosos. Probablemente
necesite 4 semanas antes de que los síntomas de la depresión mejoren o
desaparezcan por completo.
Tanto en las formas menos graves de la
depresión como en las más graves, una vez que los síntomas más importantes han
sido controlados por los fármacos antidepresivos, los pacientes podrán
experimentar grandes beneficios con el tratamiento psicológico. La idea de
tener que "desnudar su alma" es desconcertante para muchas personas
mayores, pero la mayoría de los enfoques psicológicos son muy útiles y
prácticos.
Por ejemplo, la depresión puede dar lugar aun
ciclo de pensamientos negativos que a su vez empeoran la depresión, y este
patrón puede hacerse más positivo y saludable con el tratamiento psicológico.
La ansiedad y la preocupación son frecuentes en la depresión, y el tratamiento
psicológico puede ofrecerle técnicas para ayudarle a relajarse y preocuparse
menos; que van desde las cintas de relajación a las técnicas de manejo de la
ansiedad. Su médico de cabecera intentará ayudarle y de no mejorar podrá
remitirle al psicólogo o psiquiatra de su Unidad de Salud Mental.
Finalmente, la depresión puede estar
condicionada por factores sociales, por ejemplo una vivienda sin condiciones o
un vecindario problemático. Un trabajador social podrá aconsejarle sobre la
necesidad de producir cambios al respecto. Sin embargo, intente no tomar
decisiones de este tipo mientras se encuentre deprimido, los pacientes se
suelen arrepentir cuando mejoran. Por último, hable con los demás. La depresión
frecuentemente conduce a aislamiento social y es necesario luchar contra el
mismo.
Es importante resaltar que la mayoría de las
personas mayores que sufren de depresión son tratados en consultas ambulatorias
y que el tener que ingresar al paciente para tratamiento es un hecho realmente
excepcional.
Si usted no mejora
En una minoría de casos, la depresión no mejora
con los tratamientos descritos. Su médico de cabecera solicitará entonces la
opinión del especialista en psiquiatría. Esto no significa que el crea que
usted está " loco", sino que simplemente desea una segunda opinión
sobre su caso o que precisa de consejo sobre el mejor tratamiento para su caso
particular. En la actualidad, la mayor parte de nuestra región dispone de
especialistas expertos en el tratamiento de las personas mayores con depresión.
El médico psiquiatra podrá citarlo para verle en la consulta de su
Unidad de Salud Mental o incluso podrá visitarlo en su domicilio. Si alguna
persona no puede desplazarse a la consulta que precisa, el médico de cabecera
podrá concertar una cita para visitarle en su casa acompañado por el
psiquiatra. La primera entrevista con el psiquiatra generalmente durará una
hora.
El o ella solicitarán su autorización para que
pueda estar presente durante la entrevista alguien que le conozca bien, un
amigo íntimo o un familiar. Cuando una persona se deprime, puede olvidar
algunos detalles sobre como empezó su enfermedad. Esta otra persona ayudará al
psiquiatra a hacerse con un retrato lo más fiel posible de lo que le pasa.
Si la depresión es muy grave, una serie de
sesiones de Electroconvulsivoterapia (ECT) puede estar recomendada.
Generalmente, esto significa tener que ingresar en el hospital, aunque también
puede ser administrada de forma ambulatoria. Este procedimiento terapéutico es
muy seguro y la gente mayor lo suele tolerar muy bien; de hecho, incluso
existen evidencias que indican que las personas mayores se benefician más de la
ECT que los pacientes jóvenes.
Durante la terapia se administra un anestésico
ligero y a continuación mientras el paciente está dormido se hace pasar un
impulso eléctrico a través de su cerebro durante una fracción de segundo. La
electroconvulsivoterapia se lleva a cabo siempre bajo una estricta supervisión
médica, dura aproximadamente unos 15 minutos y todo de lo que usted será
consciente es que ha estado durmiendo un rato. Con posterioridad, cuando
despierte puede sentir una ligera confusión y cierto dolor de cabeza que
desaparecerán rápidamente. En la actualidad no se dispone de ninguna evidencia
que sugiera que la ECT produzca daño alguno al cerebro del paciente que la
recibe. Ha existido gran cantidad de alarmismo injustificado sobre la ECT la
cual sigue siendo el tratamiento más efectivo en la depresión grave, como mucha
gente que lo ha recibido podría atestiguar.
La aspirina, necesaria contra el infarto
cerebral
ELMUNDOSALUD
Cuando note los primeros síntomas de
infarto cerebral, tome una aspirina. Según un estudio, publicado en la última
edición de “Stroke”, esta medida ayuda a prevenir un segundo accidente
cerebrovascular.
Los resultados se han obtenido después de
realizar un análisis detallado de dos grandes estudios clínicos, publicados
hace varios años en “ The Lancet”. Los trabajos involucraron a 40.000 pacientes
con infarto agudo.
Después de realizar un primer análisis, los investigadores concluyeron que la
aspirina prevenía el infarto cerebral. Ahora, también han descubierto que, si
se toma al notar los primeros síntomas de ictus cerebral, también reduce el
riesgo inmediato de sufrir un nuevo infarto, una de las principales
complicaciones que sufren estos pacientes.
«La terapia con aspirina tiene que generalizarse», explica el principal autor
del trabajo, el doctor ZhengMing Chen, de la Universidad de Oxford (Reino
Unido).
Resultados
En concreto, el nuevo análisis de las dos investigaciones indican que el riesgo
de infarto isquémico recurrente se reduce un tercio al cabo de escasas semanas
de la primera toma de la aspirina. Después de un mes, el beneficio general
respecto a la prevención definitiva de un segundo infarto o de la muerte se da
en alrededor de nueve de cada 1.000 personas.
«Prevenir nueve infartos cerebrales por cada 1.000 pacientes puede parecer una
cifra pequeña pero, si se considera que al año se contabilizan millones de
accidentes cerebrovasculares en todo el mundo, si a un millón de este tipo de
pacientes se les administra una aspirina durante un año, esto puede prevenir
alrededor de 20.000 ictus», señala Chen.
Artritis: una condición
dolorosa
La artritis es un término general
para condiciones que afectan las junturas y los tejidos circundantes. Las
junturas son los lugares en el cuerpo dónde los huesos vienen juntos, como la
rodilla, muñeca, dedos, dedos del pies, y caderas. La palabra artritis evoca un
espectro de temor dolor y desesperanza.
Sin embargo, un tratamiento a tiempo puede
marcar la diferencia entre una enfermedad vivible y una afección problemática.
La clave está en conocer y actuar a tiempo.
Los dos la mayoría de los tipos comúnes de
artritis es osteoartritis y artritis reumatoide:
·
El osteoartritis (OA) es conocida como una enfermedad
degenerativa de las articulaciones. En este tipo de artritis, el cartílago se
daña y se desgasta, causando dolor y rigidez. Evoluciona por crisis que pueden
producir una inflamación de la articulación afectada. Dado que la artrosis se
desarrolla con la edad, se ha relacionado con el envejecimiento; sin embargo no
es una forma severa de artritis, los síntomas son generalmente tolerables y
rara vez son severos.
A pesar de que no existe todavía ningún medicamento que proteja el cartílago y
prevenga la artrosis, el tratamiento médico con analgésicos, anti
inflamatorios, la fisioterapia y en algunos casos las infiltraciones (inyección
intra articular de un anti inflamatorio) son, en general, suficientes para
controlar los síntomas. En casos severos la cirugía puede ser útil.
·
La Artritis Reumatoide (AR) es una dolencia inflamatoria que
afecta principalmente las articulaciones, si bien en casos muy graves también
puede dañar otros órganos, como el corazón, los pulmones, los ojos y el sistema
nervioso. La artritis reumatoide, también llamada atrófica, es más
frecuente entre las mujeres y puede presentarse a cualquier edad.
Se trata de una enfermedad de causa
desconocida, crónica, destructiva y muchas veces deformante, en cuyo origen
participa el propio sistema inmunológico del organismo. La respuesta
inmunitaria del organismo origina una acumulación de células inflamatorias,
linfocitos y macrófagos, dentro de la membrana sinovial que recubre las
articulaciones. Las enzimas liberadas por estas células afectan el hueso y los
cartílagos de las articulaciones, produciendo los síntomas característicos de
la artritis.
Mientras el osteoporosis y osteoartritis son
dos condiciones médicas muy diferentes con algo en común, la similitud de sus
causas nos confunde. Estas condiciones desarrollan diferentemente, tenga los
síntomas diferentes, se diagnostican diferentemente, y se tratan
diferentemente. Mientras es posible tener osteoporosis y artritis, los
estudios muestran que las personas con osteoartritis tiene algunas
probabilidades para desarrollar la osteoporosis. Por otro lado, las personas
con la artritis reumatoide tienen más probabilidad para desarrollar la
osteoporosis.
Con cualquiera o ambas condiciones, las
personas benefician de programas del ejercicio que pueden incluir terapia
física y rehabilitación. En general, ejercicios que dan énfasis a estirar el
cuerpo, fortaleciendo la postura, y el rango de movimiento es apropiado, como
la natación y los aeróbicos.
Sin embargo, personas con la osteoporosis deben tener cuidado para evitar
actividades de incluyen el torcimiento delantero de el cintura, torciendo
la espina, o alzando los pesos pesados. Las personas con la artritis deben
compensar para el movimiento limitado en las junturas artríticas. Siempre
verifique con su médico determinar si un cierto ejercicio o el programa del
ejercicio está seguro para su situación médica específica.
La mayoría de las personas con AR. tiene un
buen futuro. A pesar de algunas dificultades con el empleo, con ciertas
actividades cotidianas, estrés familiar y, en algunos casos, la deformidad en
las articulaciones, la mayoría de los pacientes pueden vivir una vida normal y
prevenir muchos problemas serios posteriores, si reciben el tratamiento
adecuado en las etapas tempranas de la afección. La AR. con el tiempo se vuelve
menos agresiva, aún cuando ha llegado a sus formas más complejas: la
inflamación de la membrana sinovial es menos activa, la fatiga y la rigidez
disminuyen y la posibilidad de que se inflamen nuevas articulaciones se reduce.
Sin embargo, a pesar de que la enfermedad es menos activa con los años,
cualquier daño ya ocurrido en el hueso o en los tejidos circundantes permanece
indefinidamente.
Características |
Osteoartritis |
Artritis Reumatoidea |
Otros nombres con los que se
conoce |
Artrosis, Osteoartrosis |
Artritis Reumatoide |
Articulaciones |
Dedos, columna vertebral, rodillas, caderas, dedo gordo
del pie. |
Dedos,
muñecas, codos, hombros, columna cervical (cuello), caderas rodillas,
tobillos y pies. |
¿Cómo se ve o se siente? |
Dolor, rigidez y poca inflamación en la articulación
afectada. Las articulaciones se |
Las
articulaciones se inflaman y se sienten calientes y adoloridas. Hay rigidez o
entumecimiento en la mañana, con fatiga y dolor muscular. |
¿Qué puede pasar con el tiempo? |
Se desarrolla lentamente durante años. Algunas personas
tienen menos dolor que otras. |
Se
desarrolla rápidamente en meses o semanas. Se puede prevenir la deformidad. |
¿Es Hereditaria? |
Algunas formas de artrosis son hereditarias. |
No, pero
algunos genes pueden asociarse con la susceptibilidad y la gravedad de la
enfermedad. |
¿Puede comprometer otros Órganos diferentes a las
articulaciones? |
No. |
En
algunos casos pueden aparecer: |
¿Se debe seguir una dieta especial? |
No. Sin embargo, el sobrepeso es perjudicial para la
artrosis de caderas y rodillas. |
No |
¿Cómo la Diagnostica el Médico? |
Examen físico y radiografías. |
-Examen
físico. |