Caquis

 
Fruto del  Diospiro , el caqui (Diospyros) es una planta que pertenece a la familia de las maderas duras como �bano, pero es la �nica que produce un fruto comestible. Su cultivo se remonta al siglo VIII en China y Jap�n y lleg� a principios del siglo XIX a los  Estados Unidos y aproximadamente en 1870 a Espa�a.  Actualmente sus mayores productores son China, Corea, Israel, Estados Unidos, Italia y Espa�a.

El caqui tiene una carne tierna y muy dulce y la c�scara de color rojo � anaranjado muy vivo. Debe ser consumido muy maduro, de lo contrario es astringente por su alto contenido de tanino.

Es originario del sur de China; llamado la manzana de Oriente,  tambi�n se lo conoce como el �rbol de las siete virtudes: larga vida, gran sombra, ning�n nido, ning�n insecto, excelente le�a, buen abono y juego de ni�os.
 
Los primeros registros de esta especie se remontan a los griegos. El nombre Kaki aparece en Jap�n a finales del milenio pasado, y a mediados de 1800 se difunde  en Estados Unidos y Europa. 
A la hora de comprarlo, elegir frutas intactas y evitar el amarillo o verdoso.

El caqui es delicioso por s� mismo. Se puede a�adir a ensaladas, yogures y postre. Si pueden hacer mermelada y conserva y tambi�n deshidratarse.
Para completar su maduraci�n, mantenerlo a temperatura ambiente; si se quiere  acelerar el proceso, guardar la fruta en una bolsa de papel. Una vez  maduro,  almacenarlo en el refrigerador.

Para congelarlo, dejarlo entero o convertirlo en pur�, agregando 30 ml de jugo de lim�n para evitar la decoloraci�n.

Los caquis continen carotenos y criptoxantinas, ricos en vitamina A. Tambi�n tienen un alto contenido de vitamina C. Son ricos en potasio, az�car y glucosa. Tiene poder antioxidante con efectos beneficiosos que disminuyen el riesgo de determinadas enfermedades degenerativas (c�ncer, cataratas, problemas cardiovasculares, etc.). Tambi�n se recomienda su consumo para combatir la diarrea y la colitis.

Caqui

El caqui o palosanto, originario de China y fruto nacional del Jap�n, de un color anaranjado rojizo que recuerda al tomate, tiene una pulpa suculenta, dulce y gelatinosa que cautiva hasta convertirse en fruta preferida, o no gusta en absoluto, no hay t�rmino medio.

El nombre cient�fico del caqui es  Diospyros kaki, que significa "fruta del fuego divino", lo que revela el aprecio que se le tiene en Oriente.

Al cortar el caqui su forma recuerda a un coraz�n, acaso como un anuncio de sus beneficios para la salud. Su pulpa jugosa y dulce y su textura suave y cremosa quiz� nos har�n preguntarnos por qu� no lo hab�amos probado antes.

Su peculiaridad empieza por el �rbol que los produce, pariente del �bano y de madera dura tambi�n apreciada en ebanister�a. La copa piramidal, que se va redondeando con el tiempo, viste sus hojas de oto�o muy temprano, encendi�ndolas de rojo y anaranjado antes de desprenderse de ellas.

Cuando el �rbol est� desnudo de hojas se ven los caquis con su color rojo brillante: es un espect�culo digno de admiraci�n.

Esta delicada rareza, como otras delicias bot�nicas, es originaria de China, en particular de la costa, donde se cultivaba hace ya unos 3.000 a�os.

Por eso no es de extra�ar que con el tiempo se extendiera a Corea, Vietnam, Indonesia, Filipinas y sobre todo a Jap�n, de donde proviene el nombre de caqui.

A mediados del siglo XIX lleg� a Norteam�rica y poco despu�s a la cuenca mediterr�nea.

Existen m�s de mil variedades de caquis, aunque solo se cultivan comercialmente un pu�ado de ellas. Y se dividen en dos tipos: astringentes y no astringentes.

Esta caracter�stica tan marcada de su sabor se debe a su riqueza en taninos, unas sustancias amargas que provocan aspereza en el paladar y que van desapareciendo a medida que la fruta madura.

Propiedades del caqui

Este fruto aporta hidratos de carbono, principalmente fructosa y glucosa, lo cual lo convierten en un alimento nutritivo y energ�tico.

Sus fibras solubles, como la pectina y los muc�lagos, regulan el tr�nsito intestinal y alivian las gastritis, pero cuando los caquis son verdes resultan astringentes.

Rico en antioxidantes: provitamina A o betacaroteno, vitamina C y, en menor cantidad, vitamina B6, K y vitamina E, es aconsejable en caso de estr�s o ante problemas de vista.

En cuanto a los minerales, el manganeso destaca sobre los dem�s (150 gramos cubren el 11% de las necesidades diarias), seguido por el cobre, el potasio, el magnesio y el f�sforo. 

Beneficios del caqui

El caqui est� indicado para cualquiera que goce de buena salud, y tambi�n para ni�os, deportistas y personas que realicen trabajos f�sicos intensos.

Se ha dicho a menudo que no es adecuado en dietas de control de peso porque aporta 70 calor�as por 100 gramos, o alrededor de 120, una pieza de tama�o medio.

Pero si se compara con la mayor�a de las frutas, cuyas calor�as se mueven entre 40 y 60, no hay tanta diferencia. Los diab�ticos deber�n consultar con su m�dico si pueden disfrutarlo o no.

Cuida la vista

Contiene ceaxantina, un carotenoide (como el betacaroteno) que prote especialmente los ojos y previene la degeneraci�n macular, que es la primera causa de ceguera asociada al paso de los a�os. 

Disfrutarlos reporta otros beneficios derivados de sus fitonutrientes: entre ellos, las catequinas, el �cido betul�nico, las antocianidinas, el licopeno y la lute�na.

Uno de sus efectos m�s estudiados es el antioxidante, que evita la degeneraci�n de los tejidos protegiendo a las c�lulas de los radicales libres y otras sustancias.

El caqui en la cocina

Los amantes de la experimentaci�n hallar�n en el caqui un ingrediente atractivo.

Lo m�s habitual es tomarlo como fruta. Cuando est� maduro, a primeros de noviembre, basta con partirlo horizontalmente y com�rselo con cuchara. E

En el rojo brillante, una vez maduro, la pulpa cercana a la piel es gelatinosa y dulce como si de una mermelada se tratara, pero no empalaga.

Si se trata de un caqui Sharon, una variedad israel�, el sabor es m�s suave, ligero y menos dulce, y su textura es fresca y crujiente.

Puede comerse a mordiscos, con piel y todo. A partir de ah� lo m�s normal es mezclarlo con quesos, yogures y frutos secos, o convertirlo en compota o mermelada.

Contrastes sorprendentes

El caqui rojo brillante puede emplearse directamente, como si se hubiera convertido en mermelada, para conseguir un contraste agridulce.

Incluso caramelizarlo con una cebolla o puerro y un poco de jengibre o pimienta negra para enriquecerlo a�n m�s.

En las cremas puede a�adirse como una decoraci�n al emplatarlas.

Tambi�n se puede incluir en quiches, pizzas de verduras, tartas vegetales, pero siempre en cantidades moderadas.

Para mezclarlo con las pastas se deben buscar compa�eros a su altura: setas, quesos intensos, frutos secos...

Con cereales, el cusc�s, el arroz basmati o thai, el bulgur o la quinoa resultan m�s ex�ticos con un crujiente caqui salteado.

Compra y conservaci�n

Pueden comprarse si est�n bien de precio y congelarse, pues se conservan a la perfecci�n.

Tambi�n se pueden desecar, como se hace en Jap�n. Entonces se vuelven marrones, pero siguen siendo suculentos y dulces.

 


Informaci�n nutricional cada 100 gr.

Calor�as: 65,6 kcal
Hidratos de carbono: 16 g
Fibra diet�tica: 1,6 g
Potasio: 190 mg
Magnesio: 9,5 mg
Provitamina A: 158,3 �g
Vitamina C: 16 mg
�cido f�lico: 7 �g

 

Canela

 
Canela
Se trata de la corteza del canelo, un arbusto de flores blancas, que se enrolla sobre s� mismo. El �rbol es nativo del sudoeste de India y Sri Lanka. Lleg� a Europa en el siglo XVI. Hoy en d�a, el cultivo se ha extendido a Seychelles, Java, Sumatra, Brasil y Jamaica, pero la isla de Ceil�n es, a�n hoy, el mayor exportador de canela en el mundo.

Los expertos recomiendan las que provienen de Ceil�n y de China. Las m�s p�lidas son las mejores, el color indica que provienen de plantas m�s j�venes.

Presente en las comidas desde la antig�edad, se dice que su b�squeda fue el motor de muchos de los viajes de la historia, como los protagonizados por Marco Polo y hasta motivo de una guerra, la de la canela, en el siglo XVI.

Nunca debe comprarse la canela en polvo sino en vainas. La canela de Ceil�n es de vaina larga, delgada, de color "camello" ; bien entrelazada, muy quebradiza y arom�tica, y tiende a formar tubos, por su m�todo de secado. La canela china, por el contrario,  no se enrula, es m�s gruesa, m�s amarronada y presenta algunas manchas negruzcas. Cuando las cortezas no se parecen a las de Ceil�n, rech�celas.

Aunque tampoco se parezcan a la china: est� la canela blanca, muy conocida en Espa�a, o la de Malabar, a�n peores que la china.

La primera afinidad gastron�mica de la canela no es el arroz con leche: es el vino. La canela estaba siempre presente en el vino especiado: una panacea y un reconstituyente durante la Edad Media y el Renacimiento: el famoso, hipocr�s; que tanto amaba el caballero D'Artagnan. Tambi�n Rabelais, en sus libros pantagru�licos, prefiere el hipocr�s hecho s�lo con vino, canela y az�car.

Adem�s de ser famosa por ser una especia afrodis�aca, tiene muchas propiedades: ayuda a reducir el az�car en la sangre, la presi�n arterial alta y ayuda a reducir el exceso de peso, tambi�n facilita la digesti�n y estimula la motilidad intestinal, tiene propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antivirales, muy �til en per�odo menstrual.

Su uso en la cocina es ancestral. Tradicionalmente, en Occidente, se utiliza en pasteles, especialmente frutales como el strudel de manzana; tambi�n en la fabricaci�n de chocolates, dulces y pralin�s; como aroma para la nata batida; en merengues, bizcochos, helados y licores diversos.

En los pa�ses del norte de Europa es un ingrediente esencial en los dulces llamados gen�ricamente "pan de especias". Algunas recetas tradicionales, sin embargo, incluyen su uso en guisos, estofados y arroces. 
La tradici�n oriental la utiliza asiduamente en prepraciones saladas y como acompa�amiento de carnes ahumadas o no. Tambi�n se utiliza para aromatizar el t�.

Conservaci�n

La canela deben ser almacenada en bolsas o recipientes alejados de fuentes de calor y luz que podr�an alterar su sabor y propiedades aromatizantes. Para evitar la p�rdida de su sabor durante largas cocciones es aconsejable utilizar ramas naturales en lugar de polvo, que es m�s pr�ctico para aromatizar un plato antes de servirlo.

Informaci�n nutricional por 100 gr.

Energ�a:  472 Kcal
Prote�nas:  3.9 g.
Hidratos de carbono:  79.9 g.
Fibra:  54.3 g.
L�pidos:  3.2 g.
Colesterol:  0 mg.
AGP (�cidos grasos poliinsaturados):  0.53 g.
AGS (�cidos grasos saturados):  0.65 g.
AGM (�cidos grasos monosaturados):  0.48 g.
Vitamina A:  28 �g.
Vitamina B1:  0.077 mg.
Vitamina B2:  0.14 mg.
Vitamina B6:  0.31 mg.
Vitamina C:  28.5 mg.
Calcio:  1228 mg.
Sodio:  26 mg.
�cido f�lico:  29 �g.
Potasio:  500 mg.
F�sforo:  61 mg.